CABAÑUELAS (articulo de Diario Jaén).

Agua para la Feria de Jaén, y algunos días de la pasión y sol en la aceituna.

La observación de la naturaleza es un indicativo del tiempo que hará. Algunos todavía saben interpretar estos mensajes. En las “pistas” que dejan los animales y las plantas a través de su comportamiento se basan las cabañuelas, en el Sur de España, y las témporas, en el Norte, un calendario hidrológico que va de septiembre hasta agosto de 2015. Las de los cabañuelistas son las primeras indicaciones que permite que, sobre todo los que viven de la agricultura, puedan hacer sus cábalas sobre cómo irá su cosecha. Hay quien, incluso, planifican la temporada conforme a estas predicciones, a veces hechas con admirable atino y, otras, con no tanto acierto.    

El cabañuelista Alfonso Cuenca augura para la próxima temporada lluvias para el comienzo del otoño y el principio de la primavera, justo para la Feria de Jaén (del 11 al 19 de octubre) y el comienzo de la Semana Santa (del 29 de marzo al 5 de abril de 2015). También junio y julio dejarán, según sus vaticinios, algunas tormentas pero, salvo septiembre y febrero, el próximo “curso” hidrológico no será muy abundante en lluvias. La estación otoñal sí se presentará mojada, sobre todo en septiembre y octubre, meses en los que acostumbra a llover en la provincia con consecuencias poco deseadas, como inundaciones en los grandes valles, que suelen sucederse por estas fechas. De hecho, Cuenca, en su página web prevé lluvias de considerable intensidad para mediados del mes que comenzará mañana.
Las temperaturas apenas rozarán los treinta grados, por lo que el verano, que comenzó tarde, será corto esta temporada y parecerá haber llegado a su fin antes del equinoccio de septiembre.
invierno suave. No habrá cambios bruscos de temperatura en los próximos meses, salvo durante una semana a mediados de noviembre (ver cuadro adjunto) y el frío llegará de manera gradual con el mes de diciembre. Eso sí, a partir del 15 de enero ya volverán a subir los termómetros hasta los veinticinco y los treinta grados, y también febrero concluirá con temperaturas más propias de la primavera. Nada de nieve. Al parecer, durante los meses principales de recogida de aceituna, el cielo dará una tregua a los cosechadores, ya que Cuenca no prevé agua entre noviembre y febrero. Solo un poco para primavera, con lluvias a finales de marzo —primeros días de la Semana Santa— y finales de abril. Después, temperaturas altas y sol. Un verano propio de la provincia.